La primera cita con una guitarra
Si nunca tocaste, o te
pusiste a practicar seriamente, es bueno tener presente algunas cosas. Si ya
tocas no está demás revisar algunos principios de la sana práctica instrumental
que favorecen el aprendizaje.
Es importante es romper algunos prejuicios que pueden boicotear nuestra cita.
Lo que hace el músico es relacionarse con el instrumento. El
proceso de tocar no es
puramente intelectual sino también físico, emocional y espiritual.
Lo primero es sentarse
cómodamente en una silla preferentemente sin apoyabrazos. La guitarra debe ir junto
al cuerpo, de tal manera que si el guitarrista se mueve, la guitarra también.
Algo así como que pasa a ser parte de nuestro cuerpo...
Algo así como que pasa a ser parte de nuestro cuerpo...
Luego, tener un objetivo. Por ejemplo sacar
sonido o probar un acorde que viste hacer a otro. Es importante haber observado
bastante a varios músicos de tu gusto.
Antes que nada es útil, muy
útil ponerse en actitud, tomarse un momento de silencio, quedarse tranquilo. Y empezar a hacer….
Cuando ya siento el
instrumento como parte de mí mismo, empiezo a probar. De una manera, de otra. Y
por sobre todo escucho lo que pasa.
Hay dos cosas a destacar. La
primera es no esperar la perfección absoluta el primer día. Es mejor buscar que
funcione.
La segunda es no tomar en
cuenta un viejo prejuicio que dice que “cuando algo no sale, repítalo mil
veces”. Esto es inexacto. Las repeticiones son buenas si lo estamos haciendo
bien; y en este caso tampoco es bueno abusar y llegar al cansancio o fatiga. En
su lugar el libro Máxima Performance del Dr. Morehouse me enseñó a que cuando
algo no sale bien BUSQUE OTRA MANERA DE HACERLO…
Rompiendo
prejuicios
Es importante es romper algunos prejuicios que pueden boicotear nuestra cita.
Pongamos un ejemplo; uno de
los primeros prejuicios que tenemos que atravesar es el tamaño de las manos.
Dedos “gordos como morcillas” no son muy queridos por el equivocado criterio común.
Basta ver las manos de BB King para dar por tierra con esta creencia convincente pero falsa.
Y hay más. En este blog se
pueden ver más en: Rompiendo prejuicios...
Dedos “gordos como morcillas” no son muy queridos por el equivocado criterio común.
Basta ver las manos de BB King para dar por tierra con esta creencia convincente pero falsa.
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