El matrimonio melodía-acordes
Lo primero que descubrimos casi intuitivamente es que
en general en la mayoría de las obras, hay un cantante, o solista instrumental
que realiza una melodía, y el resto de los músicos, lleva a cabo el acompañamiento.
Luego
en el acompañamiento separamos lo que es la sección rítmica, y la armonía: o sea los acordes que realizan
los otros integrantes, y que se ajustan a la sección rítmica.
Los
instrumentos básicamente armónicos como la guitarra y el piano realizan los
acordes en forma autónoma. En cambio otros instrumentos como los vientos producen cada acorde entre varios. Tocando una nota del acorde cada uno.
Nos
encontramos con una realidad que conocemos todos en forma intuitiva más allá de
las definiciones. Un grupo de acordes funciona bien con un tipo de melodías. Y
viceversa.
Para conocer mejor como funcionan dichas melodías, las estudiamos y/o
sintetizamos bajo lo que conocemos como la Escala.
Palabra que proviene del italiano “scala”. No en vano scala significa escalera.
Y no es más que el abanico de notas que usamos para esencializar la melodía. En el Diccionario
Oxford de la Música se la define así:
Una escala no es una pieza
musical, sino un elemento constructivo teórico o analítico. La escala se forma
sea con una selección o con todas las notas características de la música de un
periodo, cultura o repertorio determinados; la distribución de las notas sigue un
orden ascendente o descendente de alturas sucesivas.
El
grupo de acordes que corresponde con determinada melodía se llama Campo Armónico.
Y es
lo que haremos toda la vida. A un grupo de acordes ponerla una melodía. Y a una
melodía, un grupo de acordes. Por lo tanto nuestra tarea será conocer mejor
este complejo melodía-armonía para mejorar nuestra creación musical.
¡Y
perder menos tiempo probando y probando!
Veamos un ejemplo sensillo:
Y un ejemplo de ese matrimonio.
Veamos un ejemplo sensillo:
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