Música y dinero.
Nos guste o no, en la música
corren las reglas del mundo. El que produce un éxito cuantificable es “el mejor”.
Aunque no se lo manifieste abiertamente.
Pero no siempre tiene que ser así. En la pintura, Vincent van Gogh murió pobre, y hoy es uno de los grandes.
Hay músicos excelsos muy desconocidos.
Pero no siempre tiene que ser así. En la pintura, Vincent van Gogh murió pobre, y hoy es uno de los grandes.
Hay músicos excelsos muy desconocidos.
Primero, despejar la falacia de que los más exitosos músicos son tontos y huecos. Mi padre me decía que cualquiera que junte miles de seguidores tiene que tener inteligencia y mucho trabajo detrás.
Pero hay otra falacia. No
todo el que hace algo marcadamente intelectual y vanguardista es mejor. No. A
veces es todo falso.
Luego, hay muchos músicos de
renombre, que pueden no gustarme.
El
éxito material goza de prestigio
Pero yendo al centro del
tema, es un hecho también comprobable y cotidiano que cualquier éxito material
trae consigo algo arrollador que se impone. Como señala en su libro “La sociedad opulenta" el teórico capitalista
John Kenneth Galbraith, el dinero «trae consigo tres ventajas fundamentales:
primero, el goce del poder que presta al hombre; segundo, la posesión real de
todas las cosas que pueden comprarse con dinero; tercero, el prestigio o
respeto de que goza el rico gracias a su riqueza». (Extraído del Blog http://lacasacomun.dominicos.org/---)
Y
es ese respeto o prestigio del dinero que cada día se nos mete más en nuestra
apreciación del arte; y en especial la música.
Recuerdo
que cuando era adolescente me sentía mucho más libre de esta influencia,
No
sé si porque era otra época, o por la nobleza de ese período de la vida...
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