Asistente de improvisación.

A improvisar se aprende realmente en la cancha. Pero sin el entrenamiento de la semana no se entra a la cancha el día del partido. 

Por esos los improvisadores practican a diario y de muchas maneras. Veamos una breve reseña.

Primero se practicaba con otro músico. Yo me juntaba con mis primeros amigos musicales, pasábamos la tarde probando ideas.

Los músicos de los sesenta practicaban con los discos de pasta.

En esa primera época también se solía grabar una base en un casete y así poder improvisar. Esto funcionaba pero tenía una dificultad. Si se cambiaba de equipo reproductor, a veces cambiaba la velocidad y con ella la afinación.

Posteriormente se usaban las máquinas de ritmo, que además de la batería se le podía agregar el bajo. Ya era más profesional el sonido, y respetaba la afinación.

A principio del SXXI, con el boom informático aparecieron las aplicaciones.

Yo personalmente usé muchos años; y sigo usando Band in a Box , que es un completísimo entrenador de improvisadores. Entre sus utilidades se destacan:

1- Escribir una base en cifrado, poder asignarle un ritmo, cambiarle la velocidad, y la tonalidad a gusto. Más una base de temas ya preparados.

2- Todas las partes se pueden ver también en escritura formal.

3- Tiene un asistente de ideas en diferentes estilos.

4- Agrega además un entrenador de oído.

5- Se pueden exportar todas las bases a diferentes formatos.

Y muchísimos beneficios más…

La debilidad es que su sonido no es altamente profesional.

También se pueden armar bases con los estudios digitales con el FL Studio. El sonido es muy bueno pero se tarda más tiempo en armarlas.

Por último hoy en día en Youtube existen los BackTracks, que son bases ya hechas en variadísimos estilos, Es rapidísimo conseguir una base, pero no podemos cambiarla...

¿Cuál usar?

Todas. El que no junta desparrama. Personalmente no uso el casete por temas técnicos, especialmente el de la velocidad de reproducción.

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