¿HASTA DONDE PUEDE EL PROFESOR INFLUIR A SU ALUMNO...?

Este tema que también he publicado como debate en mis redes es extraído de La teoría de la Educación de José Quintana Cabanas. Más precisamente corresponde a la 8va Antinomia de la educación.
Es indudable que todo maestro influye a su alumno, y la música no es ajena a esto. Pero debe de ser consciente de ello para como en todas las áreas de la vida llegar al equilibrio.

“Esta antinomia se establece aI analizar Ia influencia que la educación
ejerce en el individuo…sen efecto se puede influir de varias maneras, y no todas ellas van a ser precisamente educación.”
 Según el autor la educación se puede dar con base en los impulsos y la emotividad o con asiento en la razón, la voluntad y la libertad. Muchas veces los medios de comunicación y la publicidad se mueven de acuerdo con la primera forma.

Señala Quintana que, en los regímenes totalitarios, sean del signo que sean, la educación llega al grado de manipulación consiente. “En tal caso no se está haciendo educación sino adoctrinamiento y propaganda” enfatiza.
José María Quintana Cabanas
Muchas de estas formas de adoctrinamiento surgen en principio como emancipadoras de una realidad para caer en otro similar.
Por otro lado, la pedagogía de la razón no consiste en librar al alumno a su parecer u opinión sino a lo autentico que mora en él.
Es imposible educar sin influir. Es utópico. Sin embargo, deseable.

Quintana ofrece al que enseña dos ideas sencillas para no caer en extremos: “1- que éste haya hecho personalmente una gran labor de reflexión sobre los temas que enseña; 2- que dé sólo lo mejor que tenga, y además con amor y bienquerencia”.

Dos experiencias personales

Me pasó en la escuela y me pasó en la música. Cuando quise hacer todo exacto como lo marcaba el educador sea del tipo que sea, el resultado no llegó o si lo hizo pasó desapercibido. Por otro lado, cuando quise hacer todo de acuerdo con mi capricho ni siquiera hubo resultado.

Solo cuando seguí criterios superiores a mí mismo, pero poniendo entendimiento y originalidad pude lograr metas aceptables y/o buenas.

Como profesor de guitarra eléctrica, en mis primeros años trataba de que todos mis alumnos siguieran mi mismo camino. Tal vez no conscientemente, no en forma despótica, pero me costaba mucho aceptar que tomaran otro rumbo.

Hoy en día, y gracias a muchos alumnos que se desarrollaron igual, pude ser más libre.

No dejo al alumno librado al azar. Creo que hay cosas generales a las que debo guiar. Pero en forma relajada. Y sabiendo que no somos iguales.
El equilibrio da paz.








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