Matando al "monstruo" del solfeo
El solfeo atemoriza. Todo alumno que averigua por las clases me pregunta con miedo:
"¿Es por solfeo...?"
"¿Es por solfeo...?"
Le respondo que no, pero que hay que aprender a leer y escribir a su momento.
Hay en el inconsciente colectivo una herida emocional causada no por el solfeo sino por su mala enseñanza. Pero no por eso tenemos que huir de él. Además trae aparejado otro problema de su enseñanza: estudiarlo antes siquiera de tocar música.
En el lenguaje hablado aprendemos primero a hablar. Luego a escribir. Esto es el proceso directo. Pero con el tiempo, podemos leer algo que no hayamos hablado aún. Es el proceso inverso.
Con el lenguaje musical debería pasar algo igual. aprenderlo antes de escribirlo. Lo que no significa huir de la escritura.
No en vano Marshall McLuhan, autor de La Galaxia Gutenberg, una biblia lingüística recomienda aprender música antes de saber escribir.
Veamos algunos pasos para matar ese monstruo y poder aprender a leer y escribir.
Primero, desmitificar
Esto se hace hablando, transmitiendo experiencias y valorando su utilidad.
Segundo, rebautizándolo
Hoy en día en muchos lugares, incluso en el Ciclo Básico de la Escuela Universitaria de Uruguay se le llama Lectoescritura.
Tercero, tener una estrategia.
Bueno, aquí comparto la mía.
Lo primero es aprender a contar bien. Tener una cuenta simple y clara. Yo cuento 1 2 y 1 2 3 y 1 2 3 4 usando una sílaba por tiempo. Esto es un dos tres cuatro
Luego enseño en un compás de 4/4 cuatro negra, dos , blancas y una redonda con sílabas y/o palmas. Cuando se domina esto lo combino, es decir blanca y dos negras, dos negras y blanca y negra blanca y negra. Aquí introduzco la blanca con punto. y lo combino. El resultado es el siguiente:
Cuando el alumno lo domina empezamos gradualmente con las lecturas rítmicas.
Una buena idea para la primera lectura es poner un compás y leerlo. Luego le agrego el segundo. Y así sucesivamente.
Y llego a algo así.
Una buena idea para la primera lectura es poner un compás y leerlo. Luego le agrego el segundo. Y así sucesivamente.
Y llego a algo así.
Cuarto, ir de a poco
Seguir adelante agregando las dificultades de a una. Por ejemplo aquí el próximo paso sería agregar las combinaciones que faltan.
Luego empezar con el silencio de negra.
Bibliografía
Seguir adelante agregando las dificultades de a una. Por ejemplo aquí el próximo paso sería agregar las combinaciones que faltan.
Luego empezar con el silencio de negra.
Bibliografía
Mi sistema completo en Historia Rítmica por Gabriel Otero Giordano
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