La belleza del lenguaje (Primera Parte).

Por una extraña herida social, por lo menos por estos lugares, se percibe una especie de miedo o resentimiento en contra del solfeo.
Tal es así, que en algunas escuelas ni se lo nombra; ahora lo llaman lecto- escritura. Poder leer y escribir no es una condición excluyente. Hay grandes músicos que no lo hacen. 
Sin embargo, es una de las herramientas más necesarias del músico profesional. 
En el proceso de leer y escribir música, en realidad aprendemos las básicas de tocar música. 
Pasa en el gimnasio, pasa luego en la cancha.

Primero desentrañemos una falsa oposición. Se suele creer que si un músico lee y escribe, entonces no tiene "swin". Es una especie de "nerd" musical, que si pierde la partitura no puede tocar. 

Falso. Con unos pocos ejemplos basta para demostrar lo absurdo de esta vieja creencia que hace tanto daño. Miles Davis era un músico completo. Estudió un tiempo en Juliard. Y fue maestro de improvisación. 
Steve Vai, más cercano a nuestros días, es  gran escritor y transcriptor de música,  así como intérprete e improvisador.



Claro que no es obligatorio saber leer  o escribir, cualquiera puede encontrar sobrados ejemplos de excelentes artistas que ni leen ni escriben. 
"Si bien un conocimiento profundo de todos estos puntos básicos de la teoría es muy útil, no es una necesidad, porque la música es una forma de arte. Nadie tiene el derecho de decir: nuestro ruido es mejor que su ruido..."  
Steve Vai.

Lo esencial no es contraponer sino complementar. El que no junta, desparrama...


Ventajas de saber leer y escribir

A- Leer y escribir. Redundante pero cierto. El premio está ahí. Poder leer y escribir música.
B- Acceder a trabajos musicales que requieren leer a primera vista.
C- Acceder a toda la tradición musical escrita.
Como coralario recomiendo la lectura de este muy buen artículo sobre solfeo:
Publicado el marzo 5, 2013 por Carlos Vicent under Didáctic.

Ventajas del proceso

En el proceso de aprender a leer y escribir música, en realidad aprendemos las básicas de tocar música. 
Pasa en el gimnasio, pasa luego en la cancha.
Porque requiere que nos concentremos en una cosa a la vez, sin perder la perspectiva de "lo que sigue". Lo mismo que en una performance musical.
Porque requiere estar sereno, y elegir la velocidad en la que me siento cómodo. Me enseña a practicar a la "velocidad de juego" que puedo tocar. Y no más. 
Y porque si se lo hace en forma ordenada presenta un abanico de posibilidades rítmicas, y melódicas de lo que puede pasar. Es una verdadera base de datos.


Gabriel Otero Giordano en Facebook



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