IMPROVISAR ES REACCIONAR

Solemos creer que improvisar es simplemente subir y bajar escalas con cierto orden. Y sí, eso es un ejercicio, pero improvisar es mucho más que eso. 

    Yo he descubierto no solo, sino de la mano de muchos,  que la improvisación —y la creatividad en general— es la respuesta a la limitación. Cada vez que la vida te pone un límite, uno tiene que ser creativo para superarlo.

    ¿Y cómo se trabaja eso en la música? Pensémoslo así: la música tiene cuatro parámetros fundamentales. Altura, Tiempo, Dinámica,  y Timbre. Muestro un simple ejemplo: dejo fijos uno o dos parámetros y me muevo con libertad en los otros. En concreto, lo que voy a hacer ahora es fijar una altura y una progresión de acordes. A partir de ahí, voy a improvisar explorando ritmos, timbres, acentos, todo lo que esté a mi alcance. Vamos allá. (Ver video)